La vuelta al cole: beneficios de las plantas en el aula

La vuelta al cole: beneficios de las plantas en el aula

 

La vuelta al cole siempre es una época de cambios, donde todo vuelve a empezar de cero. Nuestras clases cambian, también lo hacen nuestros compañeros, incluso los profesores, con nuevas materias y enfoques que aplicar. 

 

Septiembre siempre se ha considerado el verdadero comienzo, dejando de lado al tradicional 31 de diciembre. 

 

Y como todo nuevo comienzo, llegan las temidas tomas de decisiones, “¿voy a seguir igual? ¿o prefiero marcar la diferencia?” Es algo que quizás alguno/a que otro/a puede plantearse en estas fechas.

 

Siempre tendemos a mejorar y a marcar nuevas hojas de rutas si las anteriores nos han funcionado o no han acabado tal y como nos gustaría.

 

Volver a empezar las clases, sobre todo para los profesores se plantea como una época de nuevos retos, en este caso lo que más controversia y dificultad genera en los docentes es la difícil tarea de captar la atención de los alumnos, que estos aprender, se sientan interesados por la lección y sobre todo estudien en entornos adecuados.

 

En la gran mayoría de ocasiones la solución la tenemos siempre a nuestro lado y no sabemos verla, o apreciar su gran potencialidad.

 

Hablamos en este caso de la vegetación, ¡de los beneficios de las plantas en el aula! Ese elemento a veces queda tan olvidado, pero especialmente aquí juega un papel determinante ¿Quieres que te lo contemos? ¡Pon tus cinco sentidos en la lección, porque ¡empieza la clase!

 

  • Puedes aprender con plantas a ver las cosas de otra manera

 

La presencia de plantas pueden cambiar mucho el entorno, y ya no solo estéticamente, ayudan a ecologizar los espacios, llenarlos de vida y mantenerlos mucho más seguros y prácticos.

 

Su ubicación, sin ir más lejos, puede ayudar a mitigar los posibles efectos de inundaciones, también aísla los edificios del frío invierno y los recarga de aire fresco en el caluroso verano, de tal forma que los lugares como las aulas sean seguros, sobre todo poniendo especial atención en el cambio climático que refuerza las fluctuaciones térmicas que limita la habitabilidad de muchos lugares. Con la vegetación todo esto cambia y deja de ser un problema a gran escala.

 

Además, también mejora la calidad del aire, algo que por desgracia se ve mermado diariamente por la contaminación. De esta forma hace que cualquier persona cambie el chip por completo, pues cuando pensamos en “pureza” se nos viene a la mente el color blanco, pero el verde es incluso mucho más efectivo en este sentido.

 

Disponer de plantas en las aulas combate una de las principales barreras que los docentes tienen que hacer frente día a día, que es la falta de concentración del alumnado. Especialmente este hecho se ve potenciado en la famosa “vuelta al cole”, donde los niños tienen que lidiar con un cambio drástico de su rutina, en la que pasan de dedicar todo su tiempo en jugar a compaginarlo con otras actividades no tan “divertidas” para ellos.

 

Así, con la vegetación esto podría cambiar. Sin duda mejorará el ánimo de los niños, abrirán mucho más su mente y fluirán mejor las ideas y la creatividad, eso tan preciado aflorará, así como se incrementará la atención en clase y por tanto la productividad, esa que quizás en muchos momentos brilla por su ausencia ¿no? Esta vez lo hará por su presencia. 

 

Esto ocurre por su acción reguladora. La calma viene dada en gran medida por buenos niveles de oxígeno y humedad a la par que bajos niveles de dióxido de carbono que los altere.



  • Las plantas como herramientas educativas: su talento oculto

 

Como hemos visto, las plantas son mucho más que elementos decorativos, pero queremos ir más allá, queremos hablar lo para nosotros es su cualidad oculta, esta es su gran labor didáctica, las plantas como herramientas educativas.

 

Las mismas pueden ejercer también una labor activa en el mismo aprendizaje. Para empezar, el hecho de tener una planta en clase, sobre todo para los más pequeños implica una responsabilidad en lo que respecta a sus cuidados.

 

Y esto es muy importante porque cuanto antes se les brinde esa capacidad de ser autónomos y tomar decisiones será mucho mejor para ellos en el futuro, y como primer comienzo no está nada mal.

 

Con las plantas pueden aprender cómo crecen, cuales son sus necesidades, e incluso si tenemos una gran variedad de ellas en clase pueden comparar entre sí y apreciar sus diferencias. También es una buena forma para entender el ciclo de la vida, sobre todo esa fase que tanto miedo nos da, la muerte.

 

Pueden aprender con plantas a través de divertidas actividades, como el riego, donde mejorará su motricidad, más concretamente la coordinación a la hora de proporcionar el agua a la planta evitando que caiga fuera de la maceta. 

 

La poda de las plantas o su limpieza puede ser vista para ellos como otra actividad divertida que implícitamente les ayuda a aprender nuevas lecciones. Utilizar el trapo o el plumero para su limpieza suele ser para ellos una fuente de diversión, o utilizar el pulverizador durante el riego, les llama bastante la atención la forma en la que expulsa el líquido.

 

A medida que pasa el tiempo las plantas van creciendo y a veces el espacio que ocupan se les queda pequeño, durante el trasplante y abono los niños pueden formar parte. De hecho será muy positivo que se involucren aquí, pues en el proceso de cambio de maceta entienden mucho mejor cómo se comportan las plantas, cómo es su crecimiento…etc.

 

Así mismo, los niños al participar en el proceso de abono pueden elaborar los suyos propios, pues existen una gran infinidad de tipos de abonos orgánicos que muy fácilmente pueden fabricarse y les ayudará a comprender mejor la alimentación que siguen las plantas.

 

Todas estas tareas para ellos suelen ser bastante atractivas porque se sienten parte del proceso y esto les motiva, por lo que aprovechar esa motivación para extraer ese lado didáctico que tiene la vegetación de nuestro entorno es sin duda muy positivo, porque como no paramos de repetir las plantas como herramientas educativas son muy potentes.



  • ¿Cuál es la mejor planta para tener en clase?

 

Podemos aprender con plantas en nuestra clase por medio de muchos tipos, pero la que creemos que destacaría frente al resto, por todos los aspectos que hemos ido tratando es el papiro.

 

Esta planta es bastante flexible en lo que se refiere a los cuidados y es por tanto perfecta para tener en una clase. Tanto si la riegas en exceso como si te despistas en algunos de sus riesgos o cuidados no tendrás problema alguno, sobre todo teniendo en cuenta que los niños más pequeños no tienen instaurada esa rutina y pueden descuidarla en cualquier momento. 

 

Además es perfecta porque se puede aprender mucho de esta especie, sobre todo de cómo se reproducen las plantas. Por ejemplo, si plegamos su ramas e introducimos sus hojas en agua podremos apreciar perfectamente cómo surgirán nuevos brotes. 

Las lecciones y beneficios de las plantas en el aula son extensos y aquí te hemos chivado unos cuentos, esperamos que te haya servido de gran utilidad esta clase y pongas tus conocimientos en práctica.

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